Entre marzo y abril decían los refranes que la lluvia era siempre la protagonista. Pero después de tantos años de primaveras medio secas, lo cierto es que se hace un poco extraño ver las charcas bien llenas a estas alturas del año.
Y puede que esta semana engorden todavía más, si terminan llegando las tormentas que se avisan. Ójala! porque el campo va a agradecer volver a esponjarse si cae la lluvia. Y a mi no me va a importar nada chapotear mientras corro.
Así seguiremos teniendo una primavera de verdad, de las que hablaba la sabiduría popular. Con agua suficiente para que las plantas se recarguen, y puedan prepararse para esos tres meses de inferno que, si hacemos caso de los refranes, llegarán con el verano.
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