Escrito a principios de los años 70, en plena época hippie, este libro parece una oda a la mística del flower power: un tipo barbudo, medio desnudo, corriendo descalzo por las playas de California y soltando perlas de sabiduría oriental.
A primera vista parece un librillo simplemente gracioso. Pero lo cierto es que es algo más. Por lo pronto, Fred Rohe fue un adelantado a su tiempo, anticipando la moda minimalista que nos invade desde hace unos años. De hecho, las fotos de Rohe corriendo podrían ser las de Anton Krupicka.
Pero además, cuando nos paramos de verdad a pensar un poco en lo que estamos leyendo, nos damos cuenta de que no se puede decir más con menos. Un libro escrito hace 44 años cargado de lo que más nos falta a todos (corredores o sedentarios): sentido común.
Si queremos descubrir de verdad el placer de correr y no agobiarnos con sufrimientos innecesarios deberíamos echarle un vistazo. Porque, como dice en uno en una de sus páginas, no es lo mismo castigarse el cuerpo que disfrutar con lo que hacemos.
Para todos los que ya estamos harto de tonterías del tipo de "llegar al límite" o "no pain, no gain", Fred ha puesto en su página web el libro. Compartiendo gratis sus reflexiones, de forma que el que quiera lo pueda leer. Realmente merece la pena.
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Una joya atemporal. Me encanta el amor con el que habla de correr. De libro de mesilla para recurrir a el tantas veces como quieras que no decepciona. Para delitarse.
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