Recorridos de cine

Hay una escena que aparece en muchas películas americanas: un mirador de noche en lo alto de una colina, desde el que se ven las luces de una ciudad a los pies; y normalmente los protagonistas suelen llegar en un coche descapotable. Desde Hoyo, al estar en lo alto de la falla de Torrelodones, se puede ver también como Castilla se extiende allá abajo. Y de noche, las luces de Madrid a veces me recuerdan a esas películas clásicas de Hollywood.

Corredoras en el cine

Correr en el cine no es algo demasiado habitual. Y si eres chica, menos. Dejando de lado las carreras para escapar del malo de turno (por ejemplo, un carnicero con una sierra eléctrica), lo cierto es que no recuerdo que haya habido muchas mujeres corriendo con arte. Pero casi todas las que lo han hecho son de armas tomar.

Por un puñado de dólares

Es tan sólo una curiosidad. Pero el caso es que todas las semanas mis carreras y paseos nocturno-caninos me llevan al escenario en el que Clint Eastwood lucía su poncho por primera vez a las órdenes de Sergio Leone.

Y cuando corro por lo que fue la calle del duelo, siempre me acuerdo de la película. Aunque ahora tan sólo queden un par de abrevaderos como recuerdo de los decorados.