Con el municipio cerrado para evitar contagios y los parking clausurados, el campo ha estado muy tranquilo este fin de semana. Durante el recorrido, apenas me he cruzado con algunos grupos de ciclistas y con un puñado de corredores. Hasta los paseantes se han quedado en casa, quizás para evitar el fuerte viento soplaba.
Enero ha venido a lo bestia. A lo largo de las primeras semanas del año hemos tenido nevadas nunca vistas, lluvias, nieblas, sol casi veraniego... y un par de vendavales para terminar. No ha faltado nada.
Y aunque el viento y yo no nos llevamos demasiado bien, el caso es que a veces nos reconciliamos un poco cuando salgo a correr. En este caso, pudiendo disfrutar del sol jugando al escondite con los nubarrones que corrían por el cielo, de los caminos encharcados y del campo casi vacío. Ha sido una salida cortita, pero aprovechada. A ver lo que nos tiene preparado febrero.
1h 33 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario