jueves, 4 de octubre de 2018

Bola del Mundo y la Barranca

Este verano estuve trotando por las cumbres más altas de la sierra. Pero me quedaba volver a la Bola del Mundo. Para subir hay varias opciones. La dominguera, directa desde el puerto de Navacerrada. La solitaria fácil, por la loma del Noruego desde Cotos. O la que trepa por la Gargante del Infierno y la loma de las Cabrillas desde la Barranca.

Lo bueno de esta última opción es que durante mucha parte de la subida se sigue un senderillo poco transitado entre pinos y piornos. Un sendero clásico, el de la tubería, pero no masificado. Algo que se agradece. Porque al final, cuando estemos ya en la cúpula de la Bola del Mundo, vamos a encontrarnos siempre mucha gente.

Andando, gritando, corriendo o en bicicleta. Mucha gente se agolpa en este rincón de la sierra, por la carreterilla que te lleva hasta una de las cimas más conocidas de Guadarrama. Y lo peor es que la muchedumbre no se acaba ahí.

Porque la subida desde la Barranca hasta el collado del Piornal (otra vía clásica para llegar a Guarramillas) suele estar muy transitada los fines de semana. A mí, en esta ocasión, me tocaba cruzarme de bajada con un montón de montañeros (alguno incluso con la bici a cuestas).

Abajo, en la pista que da la vuelta al valle de la Barranca, a los montañeros de pro se juntan las familias que no se quieren perder estos primeros días de otoño en el campo. Todos buscamos lo mismo, así que no podemos quejarnos. Aunque en estas ocasiones siempre echo de menos montañas más silvestre y menos transitadas.

3h 06 min





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