domingo, 12 de marzo de 2023

Vuelta al Pendolero


Correr de nuevo durante dos horas ya no me supone un esfuerzo abrumador. Me lo sigo tomando con calma, pero aguanto sin problema, disfrutando de cada zancada que doy. Lo malo es que luego mi cuerpo necesita varios días para recuperarse.

Una pena, porque es en las tiradas largas cuando mejor me lo paso, aunque sufra. Correr durante varias horas no deja de ser una pequeña aventura, sobre todo esas veces en las que vamos haciendo camino al andar, cambiando el recorrido previsto de antemano según nos sugiera nuestro instinto.

Trotar por el monte siguiendo un sendero y abandonarlo de pronto para ver qué se esconde en un pequeño valle por el que nunca hemos pasado. O para disfrutar de las vistas de una cima a la que todavía no habíamos subido. Perdernos campo a través para descubrir rincones nuevos. Todos esos son los ingredientes de la verdadera magia que nos ofrece correr.

2h 6 min



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