Cielos despejados, nubes ardiendo al amanecer, niebla y algo de lluvia. Afortunadamente cada nuevo día me está regalando un paisaje diferente, porque lo cierto es que no termino de encontrar el punto de forma después del trancazo que pasé hace un par de semanas.
Salgo a correr y en seguida me duelen las piernas. No es cansancio normal, es esa sensación que tenemos cuando llevamos mucho tiempo sin movernos. Es cierto que la cosa va mejorando, pero todavía sigo con un trote cansino. Al menos me sirve de escusa para parar de vez en cuando a hacer alguna foto.
Lo que más me fastidia es que tenía ganas de escaparme alguna vez a correr por la sierra, pero con estas piernas de plomo no quiero ni intentarlo. Así que seguiré disfrutando al menos de estos días cambiantes y hermosos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario