Una de cal y otra de arena. Si a veces se sale cansado de casa, otras
sabes que vas a ir bien ya desde los primeros metros. Y eso a pesar de que he
tenido un problema logístico con el frontal nada más salir.
La noche estaba nublada pero sin lluvia, ni frio, ni viento. Un tiempo
perfecto para una vuelta cortita. Con subidas relativamente cortas, y sin
demasiadas alegrías en las bajadas (por mucha luz que dé el frontal, te la puedes
jugar por esos senderos llenos de piedras y matorrales).
En resumen:
- Una carrera de las que te dan ánimos para hacer la próxima bien (luego ya vendrá la realidad a echarte un cubo de agua fría).
- De noche se invierten los ritmos de velocidad. Normalmente suelo coger fuelle en las subidas y forzar más cuesta abajo (por donde corro, casi no hay llanos). Pero al no poder ir demasiado rápido con el frontal, las cuestas me las tomo con más alegría. Aun así, de noche por el monte no es el mejor momento para batir marcas.
11,39 (7,08 millas)
231 m
1h 7 min (10,20 Km/h)