Con la llegada de las vacaciones escolares ha llegado también un pequeño cambio en mis rutinas de trote matinales. Y para empezar he optado por un recorrido clásico y sencillo. Una vuelta por el valle del Peregrinos hasta el cerro de la Lechuza.
miércoles, 28 de junio de 2017
lunes, 26 de junio de 2017
Cabeza Líjar
Aprovechando un madrugón logístico, he hecho un reocorrido corto y directo subiendo hasta Cabeza Líjar. Como tenía el tiempo justo, no me podía perder demasiado por los pinares de la Jarosa, ni por los montes que separan Madrid, Segovia y Ávila. Pero aunque ha sido un paseo cortito, es una forma perfecta de empezar el día.
viernes, 23 de junio de 2017
Tiempo para pensar
Es curioso como después de haber corrido tanto, el cuerpo es capaz de moverse de forma casi automática. Sobre todo cuando no forzamos el ritmo. Con solo dar un par de pasos, las piernas se ponen a hacer su trabajo y van ajustando la zanzada solas según vamos cambiando de terreno. Realmente correr así es como andar (en mi caso, hasta la velocidad es parecida).
sábado, 17 de junio de 2017
Cuando los males se juntan
A pesar de los que digan los refranes, hay veces en las que lo mejor que nos puede pasar es que se junten todos nuestros males. Sobre todo si nos gusta trotar un día sí y un día no. Así que, afortunadamente, durante un par de semanas he tenido que descansar por un trancazo, una ligera molestia en la pierna y unas gestiones familiares.
martes, 13 de junio de 2017
La fuerza de lo simple
Hay deportistas buenos. Hay deportistas extraordinarios. Hay deportistas que sobresalen por encima de los demás. Y luego están los que redefinen la esencia misma de un deporte. Lógicamente, de estos últimos ha habido muy pocos. Así que, disfrutar ahora mismo de dos mitos a la vez es una suerte inmensa.
lunes, 5 de junio de 2017
Cerrulén
Hay días en los que se hace difícil correr por el campo. Y no porque estemos más bajos de forma de lo habitual (en mi caso, es difícil bajar más todavía). No. El problema es que, a veces, la luz y el paisaje nos obligan a pararnos cada dos por tres para admirar con la boca abierta el espectáculo.
sábado, 3 de junio de 2017
La maldita excelencia
Vivimos tiempos en los que cuesta disfrutar de las cosas sencillas. Dar un paseo, leer un libro, escuchar una canción, comernos un bocadillo o salir a correr han dejado de ser placeres para convertirse en objetivos. Con sus reglas, sus metas intermedias y su finalidad última. Todo en busca de la maldita excelencia.
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