lunes, 26 de marzo de 2018

Llegó el viento de marzo

A pesar de los cambios de tiempo atmosférico y del calentamiento global, todavía los refranes populares siguen siendo muchas veces válidos. Por ejemplo, eso de que marzo es ventoso y enloquecido lo hemos comprobado a la perfección durante estas semanas.

Los últimos días han sido, sobre todo, para terminar aventados. Algo que he odiado desde pequeño. Porque realmente se entiende que esas ráfagas cortas y duras, esos árboles arremolinados, o esas nubes de hojas, arenilla y polen que levanta el viento, enloquezcan a la gente.

Así que esos últimos días he salido poco. Cuidando de mi salud mental a costa de dejar que el cuerpo termine un poco anquilosado. Y en los próximos días, si sigue siendo cierto el refrán, habrá que prepararse para unas buenas tormentas primaverales. Ojalá sea cierto. Porque el campo todavía necesita algo más de agua.

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