En principio el tapering es ir reduciendo la cantidad e intensidad de los entrenamientos para rendir mejor en una competición. En mi caso, como no entreno ni compito, mi tapering particular está siendo de cara a las vacaciones. Tengo que llegar bien preparado.
Porque cuando viajo por esos mundos olvido totalmente mis rutinas pedestres. Sigo corriendo de vez en cuando, pero cada vez elijo más lo recorridos. Y los momentos. Dejo que mis piernas me pidan marcha sólo en lugares realmente especiales.
Así que este mes de julio le he puesto muchas más ganas a las salidas largas que he hecho a la sierra los fines de semana, que al trotecillo matutino diario. Porque a veces conviene dejar un poco de lado las cosas para volver a apreciarlas como realmente se merecen. En septiembre volveré a disfrutar de nuevo de mis rutinas.
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