Un recorrido que llevaba muchos años queriendo hacer, pero que no ha sido lo que yo esperaba. Para empezar, porque la mayor parte del camino es relativamente pobre respecto al paisaje. Se ven más cosas bonitas a lo lejos que lo que se disfruta de cerca. Y además, porque he sufrido como un idiota por senderos fáciles.
Lo primero realmente ya lo sabía, al haber trotado antes todo el camino por un lado o por el otro. El campo que rodea Tres Cantos y Colmenar Viejo está formado por llanos y pequeñas lomas peladas, con granjas destartaladas y caminos polvorientos. La mejor parte está en los cañones del Manzanares, y luego una pequeña trocha siguiendo el cordel de Cantalojas. Para rematar, el recorrido hasta Hoyo termina por la carretera de Hoyo a Colmenar.
Lo malo ha sido que mi estupidez ha convertido un recorrido relativamente sencillo en un infierno. Porque a pesar de haber metido la pata varias veces con eso de salir a correr con el estómago vacío, he vuelto a cometer el mismo error una vez más.
No pasa nada por salir a correr en ayunas. En mi caso al menos va todo bien durante una o dos horas. Pero cuando el trote requiere más tiempo, llega el momento de la pájara. Y además, al ir sin agua el problema esta vez se ha multiplicado.
En resumen, que a las dos horas me he encontrado arrastrándome sin gasolina por caminos en los que debería haber pasado con un trotecillo ligero. Pudiendo admirar tranquilamente los romeros en flor, en vez de ir sufriendo con la mirada-tunel típica de la flojera.
Al final, he estado más tiempo arrastrando los pies que corriendo. Un sufrimiento innecesario. Puede que vuelva a repetir el recorrido, aunque sólo sea para demostrarme que con un poco más de cabeza este recorrido puede llegar a ser un paseo agradable.
4h 4 min
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