Estos días he vuelto a recuperar el frontal para salir a correr por la mañana. Entre el cambio de hora y las cielos nublados necesito un poco más de luz durante los primeros minutos de mis recorridos. Un pequeño inconveniente que no me importa en absoluto, ya que gracias al movimiento del reloj me he reencontrado con el alba.
Un momento del día en el que suelen brillar luces diferentes. Amarillas en días despejados. Anaranjadas y rosas cuando hay alguna nube en el horizonte. Moradas en las montañas durante los días fríos de invierno. O azul profundo cuando tenemos los cielos cubiertos, como ahora.
Hoy además de estar rodeado por una atmósfera azulada, me han caído un par de tormentas pequeñas mientras corría. Pequeños chubascos típicos de la primavera; lluvia con poco frío, de esa que a veces se agradece. Y me he acordado de la canción Shambala, de Three Dog Night:
Wash away my troubles
Wash away my pain
With the rain in Shambala
Wash away my sorrow
Wash away my shame
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