Todo fluye, nada permanece

Si tuviera que elegir una idea de toda la historia de la filosofía me quedaría con la frase más famosa que se atribuye a Heráclito. Panta rei, todo fluye. Lo que nos parece un presente rutinario no es sino un fotograma fijo en una película que se mueve sin parar.

Normalmente somos conscientes a saltos de los cambios que se producen en todo lo que nos rodea. O en nosotros mismos. Una mañana nos miramos en el espejo y descubrimos una cana, una arruga... Un día nos cruzamos con un antiguo conocido y de pronto sentimos de golpe el tiempo que le ha envejecido. Y no digamos nada de los hijos, que nos echan los años encima cuando los vemos crecer.

Vivimos cabalgando una ola continua, aunque no siempre lo notemos. Todo cambia, nada permanece fijo. Es una ley universal inmutable que afecta a los seres vivos y a las galaxias. No merece la pena luchar contra lo que se transforma cada día. Creo que es mejor sumergirse en el río y disfrutar del agua que nos lleva.