El invierno está pegando su penúltimo coletazo y ha vuelto a traernos escarcha al amanecer y algo de nieve en la sierra. El frío me ha hecho recuperar la ropa de abrigo para correr, aunque la próxima semana podré abandonar ya el frontal.
Esta bajada de las temperaturas ha pillado desprevenidas a muchas plantas. Los jaramagos ya venían vistiendo el campo de amarillo desde hace tiempo, pero a principios de semana se habían empezado a ver por aquí los primeros almendros en flor. Y los gamones ya despuntan en el suelo.
El campo se ha despertado este año una semana después que el febrero pasado, pero según se estaba desperezando han llegado de nuevo los vientos fríos del norte. Esperemos que las flores y las yemas nuevas que se estaban abriendo aguanten. Y que en marzo vuelva la lluvia. Por pedir que no quede.
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