viernes, 28 de abril de 2023
Un poco de todo
Esta semana he trotado por todos los rincones que tengo cerca de casa. Mi horizonte se ha reducido mucho los últimos años, aunque afortunadamente vivo en un sitio en el que todavía puedo optar por varios recorridos cuando salgo al amanecer, dispuesto a trotar durante una hora.
domingo, 23 de abril de 2023
Libro: Failure is an Option (Matt Whyman)
Hay muchos libros que cuentan las hazañas de grandes corredores. Biografías o autobiografías en las que modernos superhéroes describen cómo llegaron a rozar el Olimpo con sus victorias. De estos, he leído unos cuantos: Emil Zátopek, Lizzy Hawker, Kilian Jornet, Scott Jurek...
jueves, 20 de abril de 2023
El cuco y el autillo
Ya hay dos relojes en el campo marcando la llegada del buen tiempo. Por el día, comienzo a trotar con el canto del cuco. Bueno, primero se oye a los gallos de las granjas, pero esos suenan todo el año. Y por las noches, cuando termino de pasear con mi perra, se escuchan a lo lejos los pitidos monótonos de los autillos.
martes, 18 de abril de 2023
Una lesión estúpida
La semana pasada tan sólo pude salir a trotar dos días. Bueno, realmente fueron sólo uno y medio, ya que en la segunda salida tuve que volver a casa renqueando. Y todo por culpa de la lesión más tonta que te tenido en mi vida.
sábado, 8 de abril de 2023
Salinas de Almargen
Lo bueno de que en Portugal ajusten más la hora solar con la del reloj es que, si mantienes el horario español, te permite salir a correr antes de que hayan puesto las calles. Así que he aprovechado que casi todo el mundo dormía para trotar por la desembocadura del río Almargen.
jueves, 6 de abril de 2023
Playa de Barril
Once kilómetros de playa abierta al océano, en una barra litoral protegida y casi desierta. Un paraíso para los que nos gusta pasear al borde del mar con la única compañía de nuestros pensamientos. Un playa tan perfecta, que al final no he podido evitarlo y me he puesto a trotar durante una hora.
martes, 4 de abril de 2023
El virus de la vejez
Una semana semiparado en la que tan sólo he podido trotar un par de días. Con el cuerpo perro por culpa de un virus tontorrón, de esos que te dejan sin fuerzas. De esos que sirven de aviso a navegantes, permitiéndonos imaginar lo que nos va a tocar vivir dentro de unos años.
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