Michael Jordan, Pelé, Usain Bolt, Nadia Comaneci, Michael Phelps, Babe Ruth, Martina Navratilova, Tiger Woods... Todos ellos han ido un paso más allá de ganar simplemente unos cuantos títulos. Lo que han hecho, lo que hicieron, fue dominar un deporte de una forma realmente abrumadora.
Para lograrlo hacen falta muchas cosas. Desde luego, el físico es necesario. Pero para ganar tantas carreras y pruebas de esquí de montaña como las que ha ganado Kilian lo más importante está en la cabeza: una necesidad vital por ganar, por ser siempre el primero y hacer cosas que nunca nadie ha hecho.
Como él mismo dice al final del libro: "Un gran atleta es aquel que aprovecha sus capacidades genéticas para realizar un gran trabajo detrás, pero un atleta excepcional será quien sea capaz de nadar entre las aguas de la complejidad y el desorden, haciendo fácil lo aparentemente difícil, viendo orden dentro del desorden."
Para él correr es ganar. Y lo deja claro en este libro desde la primera línea. No es raro que un campeón esté tan obsesionado con la victoria. Lo extraño de verdad es que alguien que tiene esa actitud, y que ha demostrado en numerosas ocasiones que es el mejor, sea a la vez tan humilde.
Pequeña autobiografía en la que Kilian explica su relación con la montaña, con las personas que le han rodeado, con las carreras que ha corrido y las pruebas de esquí que ha ganado. Un libro que, a pesar de que no destaca por su estilo literario, merece la pena para tratar de comprender lo que impulsa a un excelente deportista y lo que se esconde detrás de su persona.
Además, muchas de las cosas que cuenta a lo largo de los capítulos pueden verse en los vídeos de las cuatro series Kilian's Quest que grabó para Salomon: Tahoe Rim Trail, Kilimanjaro, travesía de los Pirineos...
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