lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Cuánto cuesta correr?

No me refiero al sudor que perla nuestra frente cuando estamos en medio de una cuesta (aunque en mi caso, el sudor más bien resbala a chorretones). De lo que hablo es del dinero que tenemos que invertir para salir corriendo.

Aunque se dice que correr es el deporte más barato, lo cierto es que tampoco sale gratis. Incluso siendo minimalistas, al final siempre tendremos que comprar cosas para trotar por ahí. Y lo normal es que terminemos con un cajón o una parte del armario ocupadas por la ropa y los gadchets que usamos.

Yo tiendo más a la sencillez que al minimalismo. Uso ropa técnica de la de gama baja, zapatillas ultrabaratas y pocos cachivaches. Y es cierto que, en mi caso, he invertido menos en correr que en cualquier otro de los deportes que he practicado.

Raquetas de tenis, palas de pádel, bicicletas, pies de gato, arneses, botas de montaña, piraguas... Por no hablar del alquiler de las pistas. Echando la vista atrás, me he ido dejando un pequeño presupuesto a lo largo de los años. Pero ya se sabe que el que algo quierre, algo le cuesta. Y para correr también hace falta dinero:


  • Zapatillas: Baratas o caras, lo cierto es que las suelas aguantan sólo unos 1.000 o 1.500 kilómetros. La elección del tipo de zapatilla es muy personal, pero realmente lo único que tienen que ser es cómodas. Lo demás es accesorio.
  • Camisetas y pantalones: siempre podemos aprovechar esas viejas camisetas de algodón que tenemos olvidadas en un cajón, pero lo mejor es comprarse ropa técnica, aunque sea de la más barata (ofertas de Carrefour, Decatlón, Lidl o similares).
  • Ropa de invierno: si vamos a seguir corriendo cuando llegue el mal tiempo, nos harán falta al menos unas mallas largas y camisetas de manga larga más gorditas.
  • Chubasquero: porque aunque seamos unos flojos y nos quedemos tumbados en el sofá cuando llueve, un chubasquero también nos viene siempre bien como cortavientos en invierno.
  • Guantes: por lo menos a mí me hacen falta. Me gusta ir con las manos calientes.
  • Portabidones: si hacemos salidas largas, necesitaremos un cinturón portabidones o incluso una mochila de agua.
  • Gorros y gafas: una bandana, unas gafas (aunque yo no las uso casi nunca), un gorro para protegernos del frío o una gorra para quitarnos el sol de la cabeza (valen las de publicidad de toda la vida) nos van a hacer falta en algún momento.
  • Ropa interior: lo más normal es que necesitemos calcetines. Aunque a algunos, como Kupricka, no les hacen falta. Y las chicas suelen usar también sujetadores deportivos.
  • Protección: hasta a Hulk le salen rozaduras después de correr una hora. Así que hay que tener preparado tiritas, vaselina o cremas.
  • Comida y bebida: fundamental sólo si vamos a correr largo y tendido (más de dos horas). Podemos elegir desde barritas, frutos secos o galletas hasta esos geles de moda.

Y, por supuesto, hay gastos que pueden convertir el correr en un deporte de lujo. Desde relojes GPS ultramodernos hasta ropa de marca recién salida al mercado. Mis zapatillas no pasan de 40 euros. Pero lo normal es que la gente se gaste entre 120 y 200 en pisar con garbo.

En cuanto a las carreras, en mi caso no hay problema porque no compito. Pero tampoco es lo habitual. Al que le guste participar en eventos organizados debe tener la cartera preparada, las cuotas de inscripción no son siempre baratas. Y eso sin contar con los eventos pijos de verdad. Lo de irse a correr la maratón de Nueva York o de Tokio. O participar en el tour del Mont Blanc. O en cualquier otra prueba pensada más por un experto del marketing que del deporte.

Sí. Correr es el deporte más barato que podemos hacer, pero algo nos cuesta. Además del sudor.

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