La última salida del año la he hecho despacito, para disfrutar del sol y del campo con tranquilidad. El caso es que después de un breve periodo de viento y lluvias ha vuelto a quedarse el cielo despejado. Aunque lo que se nota más el es frío. De hecho esta mañana había cinco grados bajo cero. Así que con el suelo congelado y resbaladizo, lo mejor es tomárselo con calma.
La idea era dar una vuelta por el arroyo de Trofa, subiendo por el sendero que llega hasta las depuradoras. Y aunque al principio he seguido con el plan previsto, a media subida he tirado por una trocha por la que todavía no había pasado.
Como me quedan muy pocos sitios en Hoyo por los que aún no he corrido, cuando veo un sendero o apertura entre la maleza todavía "virgen" me lanzó a la aventura. En este caso el atajo ha sido breve, pero me ha valido para conocer otra alternativa en esta zona.
Y en vista de que el desvío me ha alejado totalmente del plan previsto (quería rodear las Colinas) he decidido probar suerte con algún que otro senderillo nuevo. Así he subido desde las praderas de la Berzosa hasta la Cruz del Pan por un caminejo de cabras medio escondido por el que tampoco había pasado hasta ahora.
Desde ahí me he limitado a seguir el sendero de siempre, que ya tocaba volver con la familia y despedirse de las carreras de 2014. La intención es empezar el año corriendo, pero ya veremos que estragos causa la nochevieja.
17,41 km (10,82 millas)
433 m
1h 54 min (9,16 Km/h)
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