El último día de colegio lo he aprovechado para escaparme una vez más a la zona de la Jarosa. Sobre todo porque con el buen tiempo que hace apetecía correr al sol. Así que en el recorrido he buscado las zonas altas, para ir calentito.
Como quería subir directo hasta la cuerda de la sierra, he seguido el camino que serpentea cuesta arriba por el barranco de los Lobos. Luego tan sólo quedaba tirar por la trocha que culmina en el collado de la Carrasqueta. Lo bueno es que la mayor parte de la subida ya estaba hecha. Lo malo es que todavía quedaban unas cuantas cuestas hasta llegar a Abantos.
Y no es que sean demasiado pronunciadas, pero como tenemos la cabeza pensando que se ha acabado, a veces estos toboganes entre cimas se atragantan más que las subidas fuertes de verdad. Así que lo mejor era tomárselo con calma. Sobre todo sabiendo que la vuelta desde Abantos era toda cuesta abajo.
Por los senderos de las cumbres el suelo estaba congelado en las zonas umbrías. El sol se ha llevado la poca nieve que cayó hace unas semanas. Pero donde da la sombra la temperatura no sube. Así que se corre sintiendo el crujido de la arena y el hielo en cada pisada.
En la bajada, al ser por la falda meridional de la sierra, se agradecía el sol (que calentaban más de lo previsto). En la cumbre de Abantos me crucé con unos cuantos montañeros. Pero en cuanto tiré para abajo y me metí en Cuelgamuros, no volví a cruzarme con nadie hasta que llegué al final al embalse de la Jarosa.
Así que fue un recorrido realmente agradable. Por el buen tiempo, que siempre se agradece en estas fechas. Por tener el campo para mi sólo. Por la forma medianamente buena en la que me encuentro. Y por poder aprovechar unas horas disfrutando de un paisaje tan bonito.
25,48 km (15,83 millas)
1.116 m
3h 05 min (8,26 Km/h)
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