Una de las opciones que tengo para correr por Torrelodones cuando espero a que salgan los chicos del cole (o de alguno de sus entrenamientos de baloncesto) es venir a casa rodeando el canto del Pico. Y luego volver a bajar. No es un recorrido difícil ni demasiado original, pero al menos sirve para variar un poco el panorama.
Lo bueno de correr estos días por la tarde es que se aprovecha el calorcillo, y tan sólo hace falta un pantalón corto y una camiseta. Casi, casi como en verano.Lo malo es que el sol está tan bajo sobre el horizonte, ahora que nos acercamos al solsticio, que a veces es realmente dificil ver el camino cuando corremos. Pero desde luego no seré yo el que se queje del buen tiempo.
Del recorrido, lo único destacable fue la gran cantidad de mirlos que volvieron a salir despendolados por todas partes. O este año hay más que nunca o es que no me había fijado antes (de hecho, yo pensaba que eran pájaros migratorios, pero resulta que no).
17,04 km (10,59 millas)
365 m
1h 43 min (9,93 Km/h)
No hay comentarios :
Publicar un comentario