viernes, 2 de enero de 2015

Libro: El manual del buen corredor (Javier Serrano)

Correr en un estadio, por las calles de una ciudad o en medio del campo son deportes totalmente diferentes. Algo que tenemos muy claro aplicado al ciclismo (pista, carretera y montaña) parece que nos cuesta más percibirlo al trote. O por lo menos a mi no me había quedado claro del todo hasta leer este libro.

Y no es porque en él se cuente nada especial. Ha sido más un momento de esos en los que vemos la luz (tipo Blues Brothers). Pero lo cierto es que leyendo a Javier Serrano todo ha hecho click en mi cabeza. Y por fin he entendido por qué los atletas necesitan un cronómetro, los corredores populares un reloj y los de montaña un GPS.

Los primeros miden sus tiempos en minutos por kilómetros. Los últimos en kilómetros por hora. Unos están obsesionados con la velocidad, mientras que los otros miran más el desnivel. Para los primeros se hicieron las tablas de entrenamiento. Los últimos son felices triscando durante horas por colinas y valles.

Lo cierto es que el libro realmente sólo se centra en los corredores de asfalto, los llamados corredores populares. Y sus anhelos, objetivos y rutinas me suenan a chino. Pero Javier Serrano incluye un ingrediente en su forma de escribir que me parece perfecto: el humor.

Encontrar la parte cómica de las manías y problemas que todos tenemos es relativamente fácil. Pero saber reírse de uno mismo es más difícil. Por eso creo que el libro merece la pena. Y si encima nos gusta correr por asfalto, hasta a lo mejor le sacamos partido a los consejos que nos da.

Argumento
Un repaso cargado de ironía y cariño a todas las facetas del correr por calles, parques y alguna que otra pista. Con capítulos dedicados a la motivación, el estiramiento, los planes de entrenamiento, consejos para correr en todo tipo de condiciones o incluso loar el sentido común de las corredoras.

Un manual pensado para aquellos que quieran comenzar a correr o para los que lleven ya algún tiempo en esto. Y aunque el libro empieza con la eterna pregunta de por qué corremos, el propio autor nos da la clave de lo que realmente importa: "independientemente de cuándo nos haya dado por iniciarnos, todos nos acabamos haciendo la misma pregunta: «¿Por qué no habré empezado antes?»."

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