Lo malo de correr por Hoyo es que para pillar un poco de desnivel hay que subir siempre al mismo sitio. Lo bueno es que por lo menos las vistas merecen la pena. Y además para subir hay dos caminos. El directo, pillando altura en muy poco distancia, y el largo, con una subida tendida en la que realmente se puede correr.
Esta vez tocaba la larga y tendida. Y además haciendo un poco de fartlek, que lo tenía muy olvidado. Gracias a estos juegos he ido un poco más rápido de lo normal. Pero el esfuerzo ha pasado factura al final, y he terminado el recorrido con las piernas cansadas.
De todas formas, ahora que estoy en mejor forma es un buen momento para retomar esta técnica de correr cambiando el ritmo. Porque cuando estoy flojo no se cuestión de forzar la marcha en ningún momento (sobre todo porque el cuerpo no responde).
24,06 km (14,95 millas)
823 m
2h 39 min (9,08 Km/h)
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