Al final ha sido diez días los que he estado en compañía de un virus tontorrón. Y aunque no me he sentido realmente mal en ningún momento, tenía el cuerpo como si me hubieran dado una paliza. Se estaba mucho mejor sentado con una manta delante de la chimenea que triscando por esos campos helados.
Pero el mal tiempo y el mal cuerpo han terminado a la vez. Y realmente tenía ya ganas de volver a salir por el campo. Así que he aprovechado una vez más las tardes de colegio para hacer un recorrido facilito y corto. Subiendo sin prisas hasta Hoyo por el canto del Pico.
Disfrutando una vez más de correr en camiseta y pantalón corto. Sobre todo después de haber pasado una semana de invierno de las de verdad. Y aunque lo cierto es que tengo ganas de correr por la nieve, lo mejor será esperar todavía un poco para subir hasta la Jarosa, San Rafael o Cercedilla. Por lo menos hasta haber recuperado las fuerzas del todo.
14,84 km (9,22 millas)
305 m
1h 36 min (9,27 Km/h)
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