sábado, 19 de octubre de 2024

Senderos por mundos desconocidos


En esta época del año, la hierba rala permite ver dibujados los senderillos que usan los animales para moverse por el campo. Caminos por los que transitan sobre todo conejos, zorros o jabalíes. A veces tan marcados que parecen sendas abiertas por los hombres, aunque al cabo de unos metros suelen desaparecer entre arbustos o piedras.

Me gusta perderme siguiendo estos senderos, saltando de uno a otro hasta que ya sólo me queda trotar campo a través de vuelta a una pista bien abierta. Es como bucear en el mar durante un rato y regresar luego a la playa. Las dos cosas permiten vislumbrar mundos desconocidos.

Por eso aprovecho estos meses en los que es más fácil salirse de los caminos. Fijándome para tratar de aprender por donde van y qué hacen esos animalillos que me observan cuando corro al alba. Y para descubrir paisajes y plantas nuevas que desconocía. Es este un buen momento para ampliar horizontes.






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