Dos de las pasiones de Markus Torgeby son correr y vivir en contacto con la naturaleza. Lo primero, sobre todo, lo contó en The Runner. Aunque también explicaba su conversión en un discípulo aventajado de Diógenes (el de verdad, el de Sinope, no el del síndrome). Durante cuatro años vivió retirado en el monte con pocas posesiones. Y en este nuevo libro nos cuenta más en detalle lo que le supuso esa experiencia y cómo se puede sobrevivir en una tienda en medio de las montañas, durmiendo sobre una piel de reno y comiendo avena, bayas y pescado.
Una especie de guía personal y biográfica en la que explica la necesidad de hacer un buen fuego, lo buenas que son las gachas para comer, cómo podemos dormir calientes aunque esté todo nevado o la importancia de mantener la ropa seca.
Cosas que podemos encontrar en cualquier manual de supervivencia o libro sobre cómo vivir en el campo, pero que en este caso destaca porque todo lo que nos cuenta el autor lo ha vivido de verdad en sus carnes. Su experiencia e impresiones no son postureo.
La infancia de Markus Torgeby no fue nada fácil. Pero él ha descubierto en lo más profundo de los bosques del norte una receta para superar sus traumas y llevar una vida plena y feliz. Así que lo segundo mejor que podemos hacer en estas fechas, después de correr por el monte, es sentarnos al anochecer cerca de una chimenea a leer este libro.
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