He salido temprano, justo cuando comenzaba el alba, para poder hacer este recorrido disfrutando de la soledad y la tranquilidad. Porque de todos los senderos de Hoyo, quizás sean éste y el camino de las cascadas los dos más transitados por paseantes y gente sacando a sus perros.
Al menos a primera hora de la mañana la gente todavía duerme. Y no saben lo que se pierden, porque en estos días no hace falta caerse de la cama para ver amanecer y admirar las primeras luces del día.
Lo cierto es que toda la belleza del sol le viene bien a este recorrido, que es también uno de los más insípidos del pueblo. Tan sólo tiene un par de zonas en las que se puede admirar de verdad el paisaje: la parte más alta del camino de las viñas, y el monte ejido.
1h 58 min
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