Vuelta a Hoyo

Después de un par de semanas renqueando y sin atreverme a correr demasiado, he decidido poner a prueba el cuerpo en un recorrido medianillo. Un par de horas dando la vuelta al pueblo, con muchas bajadas y subidas que me iban a servir para verificar mis fuerzas.

Vuelta a Hoyo

Mis salidas largas se están volviendo todavía más impredecibles. Antes comenzaba a trotar muchas veces sin saber por dónde me iba a apetecer estar corriendo durante las dos o tres horas siguientes. Últimamente, a las dudas por el recorrido se le unen las de no saber si voy a aguantar mucho tiempo o si al cuarto de hora ya voy a querer volver a casa.

Vuelta breve a Hoyo

El viento frío y el cansancio que arrastro desde hace semanas me han hecho recortar las esquinas en un recorrido que he realizado muchas veces, y cuyo trazado está sancionado por la oficialidad desde que se creó una ruta pedestre para conocer el municipio.

Dando la vuelta

Ya he mencionado muchas veces que una forma de correr por caminos nuevos es trotar por uno bien conocido, pero en sentido contrario al habitual. No es la primera vez que hago esto con el que da la vuelta a Hoyo, pero sigue sorprendiéndome lo que cambia al darle la vuelta.

Vuelta a hoyo

Días nublados, con el sol oculto detrás de un manto gris. Y días con la niebla ocultando el paisaje. Hay veces en las que el campo pierde su color y se pierde a si mismo, sobre todo en esta época del año. Por eso, a veces cuesta más salir a trotar.

Vuelta a Hoyo

Segunda salida un poco más larga de lo habitual cerca de casa, para ver si el cuerpo aguanta; y parece que sí. Esta vez ha sido más corto; un recorrido suave con tan sólo un par de cuestas duras alrededor del pueblo.

Vuelta a Hoyo

Una vuelta más, pero no de tuerca (ni de tornillo). Un recorrido alrededor de Hoyo que me permite trotar durante casi dos horas con buenas vistas. Pudiendo atajar o alargar el trayecto, como ha pasado hoy.

Vuelta a Hoyo

Una nueva salida un poco más larga de lo normal, para que mis piernas y pulmones sepan que no han venido a este mundo sólo a disfrutar. Aunque, como todavía estoy en fase de recuperación, la cosa ha sido relativamente suave y placentera.

Vuelta a Hoyo

Un recorrido que casi siempre hago en sentido de las agujas del reloj, pero que cambia totalmente cuando lo recorro en dirección contraria. Es curioso como, en este caso, la sensación es la de que hay que salvar mayor desnivel. Quizás porque lo hacemos todo en una larga subida escalonada.

Vuelta a Hoyo

Llevaba muchas semanas si hacer un recorrido mediano. Acostumbrado a trotar tan sólo una hora al día, echaba de menos meterle un poco más de rodaje a las piernas, así que he optado por darle la vuelta al pueblo a primera hora del día.

Vuelta a Hoyo

Estoy tan acostumbrado a correr una hora al día que, cuando hago recorridos un poco más largos me cuesta mantener el ritmo. Y además el calor no ayuda (a pesar de salir siempre a las siete de la mañana).

Vuelta a Hoyo

Quería repetir este recorrido para perderme un poco por los senderos que hay en las canteras que están cerca de la casa de la Fragua, en la parte alta del monte Ejido. Una zona por la que siempre paso de largo, pero que esconde unos prados y miradores que merecen la pena. Ahora lo sé.

Vuelta a Hoyo

Cuando quiero ver cómo está el campo en general, este recorrido me permite pasar por muchos sitios distintos para comprobarlo. Desde los berrocales y encinares de la parte baja de Hoyo hasta las laderas de la sierra. Un camino circular que además no es demasiado difícil.

Media vuelta a Hoyo

Ayer salí de casa con la sonrisa puesta... Y aunque no brillaba precisamente el sol, tenía ganas de saltar. Pero a los quinces minutos de trote ya arrastraba los pies malamente, y cada cuesta se me hacía más dura que la de enero. Así que lo que iba a ser una salida de horas se quedó en medio recorrido. El cuerpo no daba para más.

Vuelta a Hoyo

Un nuevo día grisiento, con muchas nubes agarradas a las montañas y la niebla tapando el paisaje. Pero una vez más he aprovechado que la lluvia se ha tomado un descanso para hacer un recorrido facilito, con poco desnivel para lo que es Hoyo.

Vuelta a Hoyo

Las primeras zancadas me suelen indicar desde la puerta de casa cómo voy a trotar. Y ayer no fueron sólo las piernas las que me dijeron que me lo tenía que tomar con calma. A pesar del extraordinario día de primavera que pudimos disfrutar, lo cierto es que tenía el cuerpo en plan perro, con una sensación de cansancio generalizada.

Vuelta a Hoyo

Después de unos días en los que las fuerzas han estado muy justitas, he decidido probar a ver si el cuerpo aguantaba una salida ligeramente más larga de lo normal. Y lo cierto es que he terminado malamente. Parece que estoy ahora en una de esas fases en las que mis salidas no se caracterizan precisamente por un ritmo alegre y saltarín.

Vuelta a Hoyo

Una salida para poder apreciar cómo está el campo alrededor de Hoyo, después de que la nieve haya terminado ya de fundirse. Una vuelta tranquila chapoteando por charcos y barrizales, con la tierra rezumando agua por cada esquina. Algo casi tan poco habitual por aquí como eso de ver el paisaje blanco.

Vuelta a Hoyo

Todos los planes que nuestra cabeza prepara cuando vamos a salir a correr, por ejemplo el recorrido que vamos a seguir o la velocidad a la que vamos a movernos, luego tienen que contar con el visto bueno de nuestras piernas y pulmones. A veces están de acuerdo. Pero en otras ocasiones nos obligan a cambiar sobre la marcha, con el inapelable argumento de la realidad.

Vuelta a Hoyo

Esta semana de lluvias me he podido escapar un día temprano para dar la vuelta a Hoyo. Saliendo con la primera luz tan sólo me he encontrado con un par de paseantes perrunos. El resto de disfrutado de una gloriosa soledad, algo normal teniendo en cuenta tanto la hora como sobre todo el mal tiempo.