Segunda salida un poco más larga de lo habitual cerca de casa, para ver si el cuerpo aguanta; y parece que sí. Esta vez ha sido más corto; un recorrido suave con tan sólo un par de cuestas duras alrededor del pueblo.
El viento, las lluvias de esta semana y el fresquete otoñal han dejado encerrada a la mayor parte de la gente, así que durante el recorrido tan sólo me he cruzado con un puñado de paseantes. Da gusto disfrutar de la soledad del campo!
Además de por admirar el paisaje, la salida me ha permitido comprobar que las piernas ya aguantan sin problema. Así que, si no se abren los cielos, dentro de poco podré volver a probar suerte en la sierra.
1h 48 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario