O como pasárselo bien en los entrenamientos. Al menos esa era la idea.
Romper la rigidez de las series y dejarlas a gusto de cada cual (más o menos).
Una forma de entrenar sin hacerlo.
El inventor de esta técnica fue Gösta Holmér. En 1930, cuando se
encontraba entrenando al equipo sueco de campo a través, quiso aligerar un poco
la presión del sistema oficial. Y vaya si lo consiguió.