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miércoles, 20 de marzo de 2013

Descenso


Subir es duro, pero a veces bajar es peor. Aunque no todas las bajadas son iguales. El destrozo muscular que supone tirarse a tumba abierta por una pendiente realmente inclinada no es lo mismo que recuperar el resuello durante una rampa ligera y tendida.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Fartlek


O como pasárselo bien en los entrenamientos. Al menos esa era la idea. Romper la rigidez de las series y dejarlas a gusto de cada cual (más o menos). Una forma de entrenar sin hacerlo.

El inventor de esta técnica fue Gösta Holmér. En 1930, cuando se encontraba entrenando al equipo sueco de campo a través, quiso aligerar un poco la presión del sistema oficial. Y vaya si lo consiguió.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Subir andando


Todos los corredores de montaña usan esta técnica. Y realmente se nota una gran diferencia entre subir corriendo (o fingiendo que corremos) las cuestas brutales, o subirlas andando.

Cuando no son tan brutales, a veces puede merecer la pena ir corriendo para mantener el ritmo. Pero sólo para eso. Porque en el fondo vamos más lentos y nos cansamos más.

Podría explicar cómo se debe andar exactamente, pero creo que si el propio Kilian lo explica, lo mejor es escuchar sus palabras.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Mueve las caderas


Cada uno tiene su estilo. Y en los parques, se ve todo tipo de gente corriendo de acá para allá como Dios les da a entender.

Este video sirve de ejemplo del tipo de fauna que pulula por ahí: el raro, la loca, la máquina, la grulla o el escocido (no son traducciones exactas, pero yo los veo así).

No hay que reírse, ni ser condescendientes. Si nos grabaran en video quizás descubriríamos que no somos Usain Bolt precisamente. Yo, por ejemplo, creo que mi forma de correr es una mezcla entre la de Gabriela Andersen y la de Chiquito. Pero con menos estilo.

martes, 6 de noviembre de 2012

Estilo


No hay dos personas que corran de la misma forma. Cada cual tiene un estilo característico e inconfundible al mover el cuerpo, al girar la cabeza, al patear el suelo o al bracear.

En las escuelas de atletismo se suele insistir mucho en la técnica para mejorar teóricamente el uso de las fuerzas. Así, es muy fácil de distinguir el braceo “oficial”: poderoso, uniforme y paralelo al cuerpo.

Quizás sea beneficioso para los corredores de pista, en los que unas décimas de segundo marcan la diferencia. Pero para los que corren por caminos y montes durante horas, lo importante son otras cosas. La técnica es más importante si cabe, pero es buena sólo si permite estar cómodo.

Por ejemplo, el braceo. Si se usa el tipo oficial durante mucho tiempo, lo más probable es que se inflamen los costados del cuerpo, cerca de las axilas. Por eso los que corren ultras suelen llevar los brazos con los codos hacia fuera y moverlos mucho menos.

En atletismo de pista es ya muy difícil encontrar a alguien como Emil Zatopek, cuya forma de correr fue descrita como la de un tipo luchando contra un pulpo encima de una cinta transportadora. En distancias largas, los kenianos y etíopes muestran muchas más diferencias. Y en el mundo del ultramaratón, todavía hay muchos que luchan contra pulpos.

Tres de los más grandes nos sirven de ejemplo para darnos cuenta de que en la variedad está el gusto: Anton Krupicka, Geoff Roes y Scott Jurek.