Esta semana me lo he tomado con calma, corriendo cerca de casa y sin complicarme mucho la vida por las mañanas. No he descubierto nuevos caminos, ni me he ido a trotar montañas; pero el campo está tan bonito ahora, que con sólo dar un pequeño paseo ya te alegra el alma.
Por lo que parece, el tiempo en Europa se ha dado la vuelta. Los países del norte sufren el calor y sequía, mientras que en el sur estamos disfrutando de una primavera con lluvias y temperaturas suaves. No saben cuánto va a durar esta anomalía, pero por mi que no acabe nunca (al menos la parte que nos afecta).
El caso es que ahora mismo el campo es el mayor espectáculo del que podemos disfrutar. Si tuviéramos que pagar por pasear entre prados floridos y bosques esplendidos, la gente se mataría por hacerlo. Lo malo es que es gratis, y por tanto muchos lo desprecian. Paradojas de la inteligencia humana.
No hay comentarios :
Publicar un comentario