No es una frase muy poética, y no ceo que se pueda usar como reclamo turístico, pero nunca he sudado más que corriendo por Cantabria. Cuando está nublado, la humedad hace que me ponga a sudar desde el primer paso. Cuando sale el sol, la cosa empeora. Y de todos los lugares para desaguarse, el peor con diferencia es la selva tropical que crece en la sierra del Brusco.
Correr por el bosquecillo de laurisilva debe ser parecido a hacerlo por en medio del Amazonas. Los árboles apretados hacen que no llegue mucha luz, pero no corre ninguna brisa y la humedad lo impregna todo. Se entra en esa zona cansado por la subida y se termina el camino como el que sale de una piscina de agua caliente.
Lo bueno es que luego queda un tramo de playa y un baño en el mar para refrescarse. El mejor final para cualquier salida, pero en este caso mucho más teniendo en cuenta que a esas alturas llevamos ya la ropa mojada del todo.
1h 25 min
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