Todos los años suelo hacer este recorrido cuando vengo al norte. Y todos los años me sigo perdiendo entre tojos y zarzas, tratando de encontrar el sendero en el alto de Castril Negro. Esta vez, por fin he comprendido que no hay camino.
La subida hasta el lomo de la sierra Cabarga la hago por la vía directa, saliendo desde los lagos de Valcaba. El sendero trepa casi en línea recta, salvando el desnivel sin misericordia, así que las piernas llegan al final de la cuesta temblando.
Luego viene un tramo largo y horizontal, recorriendo la espalda de esta sierra, que ofrece buenas vistas hacia la cordillera Cantábrica al sur y hacia la bahía de Santander al norte. Lo malo del recorrido comienza en la zona del castro de peña Mora. Aquí el sendero desaparece. O peor todavía, se deshace en varas trochas abiertas por las vacas, que confunden y no llevan a ninguna parte.
Así que, una vez más, he terminado tirando por el medio, para desgracia de mis piernas, con el fin de recuperar el camino que baja desde el collado hasta la pista que pasa por los lagos. Un recorrido bonito, pero en el que siempre acabo con lleno de arañazos.
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