Después de haber curioseado un poco por la zona, he hecho un recorrido algo más largo remontado el Cher por su orilla izquierda y descendiendo luego por el lado opuesto. Una forma de conocer mejor este afluente del Loira, que no tiene nada que envidiarle.
La primera parte de mi recorrido ha discurrido por un senderillo que serpentea siguiendo el bosque de galería. Un camino que pasa además al lado de una esclusa que permite a los barcos salvar un pequeño desnivel en el curso del río, lo que fue aprovechado también para construir un molino harinero en la orilla opuesta.
Tras cruzar un puente cerca de Chandon, he regresado por el lado norte. La bruma del agua al amanecer se desbordaba por los campos de cultivo ocultándolos bajo una ligera neblina. En esta zona el camino discurre por una pista agrícola, mucho menos vistosa que el sendero de la orilla sur del Cher. Aun así, el campo estaba lleno de conejos y en una curva me he cruzado con un castor (!!!).
1h 22 min
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