Llevaba tiempo sin correr un par de horas seguidas, así que me decidí a
cerrar el fin de semana trotando al sol del mediodía. Un recorrido conocido en
el que he introducido un pequeño cambio: subir a las cascadas por pequeños
senderos para evitar la pista grande.
Por el camino pude comprobar por primera vez una cosa que venía observando
desde el verano. Hace meses comenté que al correr por el campo casi no se veían
chicas. Parecía un deporte exclusivo de hombres entre 35 y 45 años (o casi).
Pero lo cierto es que cada vez me cruzo con más mujeres corriendo por pistas y
trochas campestres.
En las calles y parques el porcentaje está más equilibrado desde hace
tiempo. Pero esta vez ha sido la primera salida en la que he visto más mujeres
que hombres (4 contra 2). Y me alegra por partida doble. Por ellas, al ver que
el deporte no conoce edades ni sexo. Y por mí: si tantas mujeres también se
dedican a correr por el monte, seguro que no es tan insensato.
21,11 km (13,12 millas)
431 m
2h 12 min (9,60 Km/h)
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