Un recorrido con el tiempo medido para aprovechar la última luz del
día. Y para evitar quedarme helado, que aquí cuando se pone el sol se nota el
frío en los huesos.
En esta época del año parece que lo único que rebulle por el monte son
los rabilargos, el resto de bichos o no están o viven resguardados entre los
matorrales (a veces se vislumbra algún que otro pajarillo en las ramas de los
enebros).
Quizás esta sea la última salida del año, porque el domingo volví a
recaer con un trancazo tontorrón, de esos que te deja el cuerpo con pocas ganas
de salir a trotar por el monte. Así que dentro de poco habrá que hacer recuento
de lo que ha dado el año de sí. Hasta entonces, a disfrutar de las fiestas.
11,39 (7,08 millas)
231 m
1h 10 min (9,77 Km/h)
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