Las nuevas tecnologías son realmente maravillosas. Vivimos un momento de la historia de la humanidad en el que somos testigos de avances científicos y sociales a un ritmo exponencial. Pero nunca hay que subestimar nuestra estupidez. Sobre todo cuando nos ofrecen un juguete nuevo, reluciente y vistoso.
Hoy tenemos en nuestras bolsillo ordenadores muchísimo más potentes que los que ocupaban una habitación cuando el hombre llegó a la Luna. Una biblioteca entera nos cabe en la palma de la mano. Y ni siquiera podemos imaginarnos cómo viviremos dentro de diez o veinte años. Sin embargo, la parte idiota de nuestros cerebros continúa dominando nuestros gustos.
Y así, siguiendo la moda tecnológica somos capaces de dejarnos las neuronas aparcadas en cualquier esquina. Como en el caso de este invento, que confirma la regla de lo que rige ahora nuestras vidas: un diseño bonito y una aplicación que interactúa con nuestros móviles.
En este caso, una botella que nos avisa de lo que tenemos que beber y que nos da un toque a través del móvil cuando hemos ingerido menos líquido del supuestamente debido. Teniendo en cuenta además la temperatura y la humedad que hace cada día. Una verdadera revolución para los que hacen deporte. Porque fiarse de la sed es algo viejuno.
En sintonía con tu post, te diré que este verano he disfrutado de salirme hasta más allá de los 2,6 km de la ruta de Wikiloc (Oh Dios mío!!!) y da cierto gustito mandar a hacer puñetas al dichoso móvil y averiguar por donde leches llegas a ese camino que hay allí lejos!
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