miércoles, 10 de junio de 2015
La gota que colma el vaso
Después del trancazo de la semana pasada, he tenido un ataque que me está obligando a seguir parado. Es la gota de verdad. Y no sólo la que colma el vaso. Así que tendré que esperar a que pueda volver a pisar con garbo. Porque ahora lo máximo que puedo hacer es renquear cojeando del sillón al sofá, y del sofá a la cama.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario