lunes, 29 de junio de 2015

Mirador

Aunque hoy he corrido un poco mejor, sigo con el cuerpo extremadamente flojo. Y a estas alturas ya no sé si es por el poco uso que le he dado durante las últimas semanas o por el calor tan exagerado que hace. Y eso que hoy he salido teóricamente con la fresca. Pero a las seis de la mañana el termómetro seguía marcando 25 grados.

Teniendo en cuenta la experiencia de los últimos días, hoy he llevado además una botella de agua helada. Me lo he tomado con calma y he optado por un recorrido que, aunque sube un poco, se puede hacer sin demasiadas complicaciones.

Durante la subida al mirador siguiendo el sendero que acompaña al arroyo (seco, como el resto del campo), por lo menos se ha agradecido una ligera brisa que bajaba por el valle. Y en esa zona todavía podía correr a la sombra. Pero he llegado a lo más alto con las fuerzas ya renqueantes, así que en la bajada he dejado que la gravedad hiciera su trabajo, reservándome para las subidas que vendrían luego.

Al final he llegado mejor que en días pasados. Lo que era fácil, porque el listón estaba muy bajito. Es cierto que el agua ha sido fundamental para soportar el calor, pero la sensación general sigue siendo muy mala. Mi único consuelo es pensar que si sigo así, llegará un día en el que vuelva a coger resistencia. Porque la batalla de la velocidad, hace tiempo que la tengo dada por perdida.

18,33 km (11,39 millas)
519 m
2h 17 min (8,03 Km/h)

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