jueves, 20 de julio de 2017

Puerto de Pasapán

El fin de semana es ese momento en el que los corredores podemos hacer alguna escapada algo más larga de lo habitual. En este caso, yo he aprovechado además para acercarme a la sierra de Guadarrama buscando algo de fresquito. Un recorrido por los pinares del valle del río Moros, que me aseguraba también el poder beber de los arroyos montaraces y no tener que llevar agua.

Lo bueno es que he encontrado lo que buscaba: senderos solitarios, un bosque frondoso para correr a la sombra y paisajes que alegran el alma. Lo malo es que, una vez más, no he calculado bien el tiempo.

Algo que no debería tener mayor importancia cuando nos da igual volver a una hora que a otra. Pero, en este caso, el problema es que además de no llevar agua encima, tampoco había cogido nada de comer.

Así que a las tres horas he empezado a notar que me quedaba sin gasolina. Lo normal. Y media hora más tarde he tenido que dejar de correr para poder hacer los últimos kilómetros andando y no desfallecer.

Por lo menos, el paseo ha sido realmente agradable. Con corzos y buitres como único público de mis aventuras. Realmente esta zona de la sierra es perfecta para perderse una mañana entres sus vallejos. Aunque a veces haya que volver arrastrándose.

4h 45 min


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