Aprovechando una circunstancia inesperada, he podido conocer un poco el monte de Valdelatas. Una salida realmente breve, ya que tampoco disponía de mucho tiempo. Aunque el calor de media tarde, el paisaje reseco y la gran cantidad de visitantes tampoco invitaba a continuar dando más vueltas.
Parece ser que antiguamente este parque era un encinar relativamente denso, que poco a poco se fue transformando en dehesa. Sin embargo, durante la Guerra Civil se cortaron la mayor parte de los árboles, que serían sustituidos después por pinares de repoblación.
Quizás por eso la sensación es la de correr por un parque. Con muchos pinos iguales, y zonas en las que vuleve a haber encincas, pero sin sotobosque y con pocas plantas creciendo a su sombra. Los caminos y senderos están tan trillados que, en general, toda la zona se parece a la parte más humanizada de la Casa de Campo.
En definitiva, una zona arbolada que engaña, prometiendo más naturaleza de la que realmente tiene. Si bien es cierto que tampoco ayuda visitarla un fin de semana, con los merenderos llenos de gente y familias dando paseos desde los aparcamientos de acceso.
1h 15 min
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