Hoy me apetecía un recorrido tranquilo, aunque fuera para trotar un par de horas. Así que he mantenido la altura, siguiendo senderos y caminos sin demasiadas cuestas (al menos para lo que es Hoyo). A pesar de todo he terminado realmente cansado, aunque por lo menos he disfrutado del gran espectáculo de luces con el sol y las nubes.
Creo que el cansancio ha sido sobre todo por trotar sin haber desayunado. Menos mal que había cogido una barrita de cereales antes de salir de casa. Gracias a ella he aguantado la segunda hora sin llorar demasiado.
Aunque he evitado las peores cuestas, el recorrido ha pasado por varios miradores desde los que se podía admirar las numerosas nubes en el cielo, y el juego del sol iluminando retazos pasajeros del campo por abajo. Un juego que ha contado con más luces que sombras.
Respecto al paisaje más cercano que me ha rodeado durante todo el camino, he podido comprobar que el cantueso y las jaras están comenzando a florecer de verdad; los jaramagos ya llenan algunas praderas; y me he cruzado en un senderillo que no conocía con un rodal de lirios luciendo sus galas al sol. Pequeñas cosas que compensan el cansancio.
2h 02 min
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