He aprovechado un claro entre tanta nube para correr de nuevo por la sierra de Hoyo. Aunque al principio las cumbres estaban tapadas por la niebla, según subía se ha ido despejando y me ha permitido ver la plana castellana al sur y el valle del Samburiel por el norte.
Desde lo más alto, y ya que estaba con ganas, he aprovechado para bajar por la cresta norte de la sierra, rodeando la Silla del Diablo. Un recorrido en el que he disfrutado del campo para mi solo, ya que la gente no se debía fiar de los cielos cubiertos y se ha quedado en casa.
Una salida que me ha reconciliado con mis piernas y con mis fuerzas. Últimamente me desfondo tan rápido que ya no estaba seguro de poder volver a trotar montañas. Pero parece que sí, aunque para ello haga falta que los astros se alineen.
2h 40 min
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