Vuelta a las Colinas

La única salida larga que he podido hacer la pasada semana ha sido más bien breve. Tan sólo una vuelta completa a las Colinas, por aquello de soltar las piernas. Con el paisaje oculto detrás de la niebla, y el suelo bien mojado.

Niebla y lluvia

Por fin llegaron las lluvias de verdad. En una semana el campo se ha vuelto a esponjar con toda el agua que ha caído, y han vuelto ha crearse charcos en los caminos. La humedad nos ha envuelto por arriba, por abajo y por en medio, con nieblas cerradas que a veces nos hacían desconfiar de que fuera de día.

Puente de la Marmota

Una salida al trote antes de que llegarán las lluvias y cambiara el tiempo. Sintiendo todavía el frío en la cara y la escarcha pegada al suelo. Siguiendo el sendero que desciende por el cañón del Manzanares desde el puente del Grajal hasta el de la Marmota, y subiendo luego por la orilla derecha con el sol ya más alto.

Frio y luna llena

Una nueva semana en la que he podido correr a la luz de la luna llena. Pero, en este caso, la escarcha y el hielo han hecho brillar todavía más la luz plateada que iluminaba el campo antes del amanecer.

Nieblas, mayormente

El año ha comenzado con salidas diarias corriendo de noche y, la mayor parte de los días, en medio de la niebla. En estos casos la sensación es la de trotar metido en una burbuja, ya que a veces no se puede ver más allá de donde ponemos los pies.

Cabeza Líjar

Por fin he podido volver a las montañas. Aprovechando las vacaciones navideñas, me he escapado una mañana a trotar por la sierra de Guadarrama. Y he elegido un recorrido facilito, que además me permitía recortar o alargar la distancia según las fuerzas.

Cerrulén

A veces disfruto corriendo ligero de pies, pero hoy tocaba excavar una zanja de tanto arrastrarlos. Desde las primeras zancadas ya veía que la cosa se me iba a hacer larga. Una situación habitual para todos los corredores, que nos lleva a plantearnos con qué actitud queremos afrontarla.

Dando vueltas

Lo bueno que tiene Hoyo es que hay muchos sitios bonitos por los que correr. Lo malo es que, como salgo casi siempre por aquí, todo este campo a veces se me queda un poco corto.

Embalse de los Peñascales

De vez en cuando bajo hasta los Peñascales al trote tranquilo, y en este caso he aprovechado para darme una vuelta por el embalse que en teoría debería ser su mayor centro de atención desde el punto de vista estético.