De vez en cuando bajo hasta los Peñascales al trote tranquilo, y en este caso he aprovechado para darme una vuelta por el embalse que en teoría debería ser su mayor centro de atención desde el punto de vista estético.
Ya he dicho en alguna otra ocasión que esta urbanización es, desde mi punto de vista, una de las más horribles de toda la zona. Y que conste que no lo digo por las casas, ya que hay muchas que se ven agradables. Pero no ayuda el haberlas construido apiñadas en una zona abrupta, pero sin vistas. Un verdadero agujero.
A pesar de que el ayuntamiento ha arreglado un poco la senda que baja por el arroyo y rodea el embalse, la cosa no ha mejorado demasiado. El arroyo recoge las aguas tratadas por la depuradora de Hoyo, y no huele precisamente bien. El sendero discurre encajonado entre vallas de fincas privadas, por lo que no hay paisaje del que enamorarse. Y el embalse no ha sido diseñado precisamente para su disfrute.
Así que este recorrido lo hago tan sólo por variar un poco mis salidas. Aunque además me permite apreciar mejor el campo por el que suelo trotar, por aquello de la comparación.
2h 21 min
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