La única salida larga que he podido hacer la pasada semana ha sido más bien breve. Tan sólo una vuelta completa a las Colinas, por aquello de soltar las piernas. Con el paisaje oculto detrás de la niebla, y el suelo bien mojado.
La ausencia de escenarios, ya sea por la oscuridad de la noche o por la blancura de la niebla, me empuja siempre a recluirme mientras corro. Son salidas introvertidas, en las que todo comienza y termina en mi cabeza. siguiendo el hilo de un pensamiento o tratando simplemente de recordar la letra de una canción.
Aunque a mi no me guste, y nunca lo utilizo, entiendo en esos momentos a la gente que se pone música o la radio mientras trota. Ya que es poco lo que se puede apreciar por los ojos cuando todo es negro, o blanco, es lógico dejar que el mundo te entre entonces por las orejas.
1h 21 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario