Aprovechando que el puente escolar me ha dejado la logística favorable para trotar más tiempo, he hecho un recorrido por el arroyo del Peregrinos hasta el cerro de la Lechuza. Saliendo al alba y disfrutando del amanecer en medio del campo. Como debe ser.
A pesar de la hora tempranera, la temperatura era perfecta para correr en camiseta y pantalón corto. Aunque lo cierto es que a la vuelta he agradecido el calorcillo del sol para desentumecer un poco las manos agarrotadas.
Por lo demás, el recorrido es un clásico que incluye gran cantidad de senderillos entre las jaras, lo que permite sumergirse de verdad en el paisaje.
Y, una vez más, no me he encontrado con nadie por el camino. Mucha se habla de la moda runner, pero en cuanto te sales del asfalto desaparecen las multitudes. O a lo mejor es que la gente todavía estaba dormida. Ellos se lo pierden.
1h 42 min
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