domingo, 22 de enero de 2017

Después de una semana de ocio relativo, esta vez he podido hacer un recorrido más largo de lo habitual. Y además disfrutando del calorcillo de media mañana, ahora que ya hemos dejado atrás el invierno (o la primera ola de frío).

El camino no es demasiado silvestre, ya que va siempre por pistas y senderos que pasan cerca de casas, calles y carreteras. Y hoy, un sábado con buen tiempo, me he cruzado con más gente que nunca. Ciclistas, grupos de excursionistas, corredores, paseantes solitarios o con perro...

Sobre todo por el senderillo que serpentea siguiendo el recorrido del canal de Guadarrama. En esa zona ha habido momentos en los que era imposible correr por la cantidad de gente. Así que durante un rato he bajado al cauce del canal y he trotado por las zonas en las que estaba seco.

La vuelta desde las Matas es la parte más aburrida. Por el asfalto, los coches, las casas y el ruido de la autopista. No es como correr por una ciudad, pero se le parece bastante. Realmente no tiene nada que ver con hacerlo por senderos solitarios en medio del monte. Pero a veces es lo único que nos queda.

2h 00 min

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