Distancia: 15 km.Hay veces en las que elegir un recorrido para trotar por una zona concreta es relativamente fácil. Sobre todo cuando las características del terreno y la ausencia de senderos nos obligan a seguir las pocas opciones factibles. Pero en otros casos, el problema es quedarnos con un único recorrido entre la maraña de caminos que nos permitiría hacer infinitas variaciones.
Desnivel positivo: 1.050 m.
Tipo de terreno: senderos y pistas.
Dificultad: Alta. Aunque el recorrido es relativamente corto, hay una larga subida y un par de zonas en las que es difícil correr.
Agua: Poca. Al principio podemos beber del arroyo de la Fuenfría y, al final, hay una fuente en la senda Herreros (fuente de los Acebos).
Y uno de los lugares de la sierra del Guadarrama que más sendas cuenta por metro cuadrado quizás sean el valle de la Fuenfría y el puerto de Navacerrada. En este caso concreto, para recorrer las crestas de los Siete Picos hay opciones mucho más fáciles y concurridas (como la gran clásica: cresta y camino Schmidt).
Pero a mí, puestos a elegir, me gustan más las trochas semiperdidas entre la maleza que las autopistas de montaña. Por eso planteo esta opción para hacer un recorrido corto pero exigente. Siguiendo caminos por los que será más fácil disfrutar de la naturaleza en solitario.
La salida y llegada se hace desde los aparcamientos de la zona de las Berceas. Para empezar, nos espera una larga subida. Primero hasta el puerto de la Fuenfría por la calzada borbónico-romana, y luego, por un pequeño y empinado sendero que nos dejará sin fuelle en la cima del cerro Ventoso.
Tras una corta bajada, el camino vuelve a tirar hacia arriba para salvar el último escalón del recorrido. Así llegamos a las cumbres de los llamados Siete Picos. Aunque el primero de todos no pertenece realmente ni al recorrido, ni al conjunto de cimas (más que en el nombre).
Un senderillo serpentea por los berrocales de las cumbres hasta que, tras llegar a la última de ellas, baja de forma abrupta hacia un collado. En este punto seguiremos el trazado de la senda Herreros. Un camino sinuoso y poco concurrido que bordea la ladera sur del macizo. Y en el que hay que estar atentos en algunos sitios para no perderse.
La senda Herreros nos lleva de regreso al valle de la Fuenfría, terminando justo en la pradera de Navalurraque. Desde ahí, tan sólo queda bajar soltando las piernas hasta las Berceas por la senda Victory y la carretera de la República.
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